Ante la inmensidad del oleaje dormido, las aguas serenas,
bajo una sabana de tupidas estrellas que acarician el cielo calmo...
tranquilo... claro.
Con ojos cubiertos de cristal de lágrimas mirando el destino incierto de mi vida.
La distancia infinita. Cuna de sueños donde nacen los recuerdos
como los hongos en el follaje muerto...
Como nace el aroma de una flor en primavera.
De pie. Frente al espejo del agua...en las horas avanzadas,
con frescas gotas de rocío...deslizándose sobre mi piel acallada.
En esta madrugada donde los poetas se inspiran...
y sueltan al aire su cadena de palabras,
sus frases, sus estrofas, sus poesías aladas.
En la misma madrugada... donde se oculta el silencio de las almas
y cubierta de un fino manto de neblina...
se alza inmóvil, gloriosa y erguida...
la Costanera Argentina.
A lo lejos las horas se deslizan sin regreso,
se mece en el tiempo el naranja intenso que anuncia el llegar del alba.
Las luces de la ciudad están a mis espaldas
y el bullicio escandaloso de un agitado fin de semana,
entre ruido de automóviles y veredas transitadas.
Mientras tanto, se alza gloriosa, triunfante y erguida...
Buenos Aires, la Capital Argentina.
E-mail: ruth_medinna@hotmail.com
Foto: "Crepúsculo" de Noé Vlk
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