Flores en la mesa, velas encendidas…
el tenue paisaje de tu piel y la mía
La cena olvidada, las copas vacías…
las horas tan tuyas… y a veces tan mías.
Vainilla en el aire, pálidos recuerdos
la humedad de tus labios rozando mi cuerpo
Tu mirada impregnando mis ojos
y mis ojos tan llenos…
La marcha del tiempo escapando en la brisa
la leve e incierta razón de tenernos
Las huellas deshechas de tiernas caricias
minutos sumidos en lapsos eternos.
Y todo pasó... y fue casi perfecto
y sentí disiparme… por el universo
Y llegué al paraíso y volví de nuevo
pero no me atreví a decirte...
que me estaba despidiendo.
E-mail: ruth_medinna@hotmail.com
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