No quiero rendirme, y a veces lo hago, no quiero caerme en el largo letargo, pero es mi alma que pide a gritos, socorro. No puedo olvidarte y a veces lo logro. Pero todo vuelve a ser.
Intenté irme, pero siempre vuelvo, es que nada ayuda y me atormenta lo que siento, lo que añoro, lo que espero. Es tan difícil llegar.
Necesito abrazarte, decirte lo mucho que te extraño, que necesito tus consejos, tu palabra, tu consuelo. La infancia es lejana y a veces me abraza, tal vez fue ayer o un recuerdo del mañana, cuando pueda verte de nuevo cara a cara.
Quisiera morir y volver a nacer en un mundo más fácil, donde las llagas no sean eternas, donde caiga y me levante, pero que valga la pena.
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