Ahora me siento feliz conmigo misma, cada vez me siento mejor y me admiro aún más. Creo que hasta es mayor la autoestima ¿Y que mejor que estar conmigo misma que jamás me lastimaría?
Mis mañanas eran cada vez más felices. Me levantaba y me miraba el espejo admirándome y cantando alguna canción que en el fondo de mí sabía que dedicada a mi persona. Le decía con mis ojos a mi imagen lo mucho que me amaba, y cada día que transcurría me fortalecía con ello.
Luego preparaba un delicioso desayuno y me sentaba con un libro a mi lado. El que decía algo del estilo “La fe mueve montañas” y ojeaba sus páginas.
Cada cosa que creía me concedía alguna consecuencia relacionada con lo mismo.
En algún momento creí estar enamorada de mí y creo que fue así.
A veces suelo entretenerme hablando con otras personas para pasar algún tiempo que me quede vacío. Y alguna vez en medio de eso alguien me dijo que soy egocéntrica, cosa que me hizo tambalear y pensar en relación a todo y sin mas ni menos, esa persona fue un joven apuesto y casi con mis mismas características en todo, así que me dejó desconcertada pensando en ello y comencé a tener charlas cada vez mas profundas con él.
Con los días cada vez sentía mas la necesidad de hablar con él y saber de sus cosas, que me hable aun mas de mi, que me deje pensando en algo mas que no sea solo mi amor propio.
Mi mente se estaba escabullendo en un mundo diferente yendo en busca de algo que para mi ya era parte de algo utópico, de un mundo plagado de farsas y totalmente inexistente.
Creo que de a poco ese alguien estaba llegando a mi alma. Algo que siempre añoré y al no encontrarlo sentí que el amor no existía de otra forma sino hacia uno mismo y hacia la familia.
Alguna vez sorpresivamente me dijo que viajaba algunos meses por trabajo. Y creo que fue ahí cuando me di cuenta de que algo comenzaba a aflorar en mi interior.
Me negué una y otra vez a sentir, pero cada vez estaba más aprisionada y envuelta en una emboscada de la que casi no podía salir.
Me vas a olvidar, todas las personas lo hacen.- Dijo Anita-
Juan -¿Estás loca? -
Anita -Es verdad, mi hermano dijo que siempre estaría en contacto conmigo, éramos muy unidos hasta que un día se fue y me cansé de llamarlo sin obtener respuesta alguna de su parte. Aun no se mas nada de él -.
Juan -Te dije que yo no soy igual a las demás personas y lo más probable es que te olvides de mí antes que yo de ti -.
Anita -Mejor dejémoslo ahí y que las cosas sucedan -.
Juan -OK. Como digas, eres cerrada y caprichosa -.
¿Cerrada y caprichosa? –Me quedé pensando, apenas sin omitir sonido alguno me di cuenta de alguien más que yo importaba ahora en mi vida -.
Aun estoy enamorada de mi solo que me controlo un poco para poder dejar algo de amor para la gente que me rodea y me quiere.
Continuará...
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario